Los insectos forman parte de todos los ecosistemas terrestres y dulceacuícolas del planeta, siendo un eslabón insustituible para el equilibrio, conservación y evolución de éstos, debido tanto a su gran abundancia como a sus diversos papeles ecológicos.

Sin embargo, en los últimos años numerosos estudios empiezan a lanzarnos importantes avisos de alarma, mostrando lo que parece ser un declive de las poblaciones y especies de insectos en diferentes áreas geográficas. La destrucción de ecosistemas, los plaguicidas, las especies exóticas invasoras y la deforestación son, entre otras razones, las causas que parecen originar esta crisis que, de confirmarse, supondría una catástrofe a nivel global de consecuencias incalculables. La polinización, la descomposición de restos orgánicos, el alimento de miles de especies y el control de otras poblaciones animales, se verían seriamente amenazados.

Por ello, los insectos son un componente muy importante a la hora de tomar decisiones sobre protección de espacios naturales, importancia que no siempre ha sido reconocida en los programas oficiales de protección.

La AeE se suma este 2020 a las acciones con motivo del final del Decenio de las Naciones Unidas para la Biodivesidad, con la campaña «Sin insectos no hay vida», en colaboración con la Confederación Ecologistas en Acción, e iniciando una serie de calendarios dedicados a los diferentes Parques Nacionales españoles, como reconocimiento a la que posiblemente sea la figura de protección más emblemática de nuestro país.